Las cinco sectas cristianas más raras de la antigüedad

Las cinco sectas cristianas más raras de la antigüedad. Desde los inicios de la era cristiana han existido diferencias teológicas de los diversos bandos conformados dentro de los diferentes símbolos de fe. Sin embargo, un gran número de personas mantuvieron cierta unidad de pensamiento y fortalecieron sus creencias, dirigidos por obispos de Roma.

Durante su evolución se fueron consolidando como religión, en varias provincias en la cual el Imperio Romano ya había entrado en decadencia. A la vez surgieron algunas personas que registraron los hechos y escribieron textos en donde desarrollaban la teología de su religiosidad.

Las cinco sectas cristianas más raras de la antigüedad
Las cinco sectas cristianas más raras de la antigüedad

Estos escritores tuvieron que defenderse ante las diversas ideas paganas que les rodeaban. De esta forma el judaísmo es un referente de cómo la secta se hizo autónoma y se separó de la religión de Abraham. El cristianismo, que era el culto originario.

En la actualidad se ha establecido que aunque las persecuciones de los cristianos si ocurrieron históricamente, estas no fueron tan trágicas como se creía. Realmente solo vivieron algunos hechos restringidos en algunas localidades y no se hizo una generalidad.

Fue durante los primeros siglos, II y III, que en la iglesia cristiana hubo diversidad de grupos, cada uno encabezado por un teólogo o sacerdote. Los cuales instruían a sus seguidores dentro de supuestas líneas ideales del cristianismo según su óptica, entre ellos tenemos:

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Cainitas

Se hace referencia a una secta agnóstica que surgió en el siglo II en la región occidental del imperio romano. Su característica relevante es la veneración de tres personajes en especial, Eva, su hijo Caín y a judas Iscariote. Para esta hermandad el Dios que aparece en el Antiguo Testamento no era más que una deidad menor. La cual había sustraído el principio divino de los mortales.

Esta enigmática secta gnóstica fue rechazada por los cristianos. Según los investigadores en el tema, reverenciaban a los condenados considerando a Caín su líder espiritual, consideraban que contenía un saber esotérico. Fue la primera víctima de la monstruosa divinidad, por lo que sus seguidores le rendían piadosos cultos al considerarlo desaprobado por Dios.

Los Cainitas consideraban que Judas conocía la verdad de Dios, la cual fue escrita e un libro denominado el Evangelio de Judas. En dichas escrituras se detallaban las enseñanzas de Jesús acerca de Judas, mencionando que la traición de él, era realmente un beneficio para Jesús.

Las cinco sectas cristianas más raras de la antigüedad

Ofitas

Denominados de esta manera por su adoración a las serpientes. Ya ellos existían como varias sectas gnósticas ubicadas en regiones de Siria y Egipto, desde tiempos de Jesucristo. Posteriormente se acogieron el cristianismo. Fusionándolo con teosofía oriental afirmando el cambio de morada del alma hasta que expíe definitivamente sus pecados.

Esta secta le otorgaba relevancia al reptil, basándose en el Génesis. El ofidio que conecta a Adán y a Eva al pecado original, al árbol del bien y del mal, relacionándolo con la gnosis. Contrariamente con la interpretación que se ha expuesto por los cristianos ortodoxos de que la serpiente como Satanás. Los ofitas la veían tal a una figura positiva, llena de heroísmo y audacia.

Durante la ceremonia de la eucaristía los seguidores ofitas liberaban a una serpiente en la mesa de la comunión como parte de sus creencias. Con este acto buscaban liberar al creyente de la prisión diseñada por el Dios Laldabaoth, hijo del caos.

Montanismo

Culto que surgió en la región de Frigia, península de Anatolia, actualmente Turquía, denominación que surge de Montano, un sacerdote pagano. Se convirtió al cristianismo en el año 155, luego de haber estado venerando a la diosa Cibeles. Se declaró poseído por el Espíritu Santo y bajo este principio comenzó a expresar profecías en su nombre.

A Montano, se la unieron al poco tiempo dos mujeres, Prisca y Maximila, quienes también comenzaron a profetizar. Estos tres personajes se destacaron de los demás profetas. Ellos protestaron fuertemente frente a la facilidad con que en la religión cristiana se perdonaban a los pecadores en el nombre de Dios. Levantaron su voz en contra de la manera en la cual la iglesia se adaptaba a las conveniencias de la sociedad.

Montano dijo que con él se terminaba una etapa fuerte de revelaciones. La profetiza Maximila expresaba que después de su muerte vendría el fin del mundo conocido. Esta secta se extendió por toda Asia Menor, norte de África y alcanzó llegar a Roma.

Su influencia fue grande y llegó a organizarse diversas jerarquías, las mujeres podían ordenarse a modo de obispos, diáconos y presbíteros. En un momento se le consideró como uno de los rivales más peligrosos para la considerada Gran Iglesia.

Basilidianos

Seguidores de Basílides de Alejandría, Esta secta que había sido creada en el siglo II por Isidoro, hijo de éste. Se autoproclamó discípulo del apóstol Matías, sus discípulos se extendieron principalmente por la península ibérica y Egipto. Proclamaban que las pasiones debían ser consideradas apéndices, una especie de espíritus que tomaban posesión del conocimiento racional y embrutecía a las personas.

Ellos veían la materia y el espíritu como fuerzas hostiles, opuestas y se enfrentaban en un mismo cuerpo. Se suscribían al mito agnóstico de los eones, los cuales emanaban de un Padre Unigénito.

Carpocratianos

Secta que parte de las enseñanzas del filósofo y teólogo Carpócrates. El cual se basaba que fuimos creados por los arcontes, una casta especial de seres que esclavizaron las almas de los hombres. Siendo Jesús el único que venció las pasiones que ellos promovían para corromper a la humanidad. Solo los iluminados carpocratianos podían llegar a poseer poderes celestiales.

Secta que creía en la reencarnación y procuraban explorar toda clase de experiencias, incluyendo la promiscuidad sexual. Afirmando que el resurgimiento se terminaba solamente cuando el hombre hubiese agotado todas las experiencias posibles que pudiese tener. Esta creencia alcanzó gran popularidad alrededor del año 155, se tiene conocimiento que los carpocratianos veneraron imágenes de Cristo, Aristóteles, Pitágoras y Platón.

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