Hablar de la muerte de algún personaje siempre es difícil pues se está recordando una tragedia, pero hay veces que vale la pena recordarlas por los hechos que llevaron a ella o por las extrañas condiciones en que han sucedido. Uno de esos casos es precisamente la del escritor japonés Yukio Mishima.
Para quienes no lo conozcan, Yukio Mishima (cuyo verdadero nombre era Kimitake), fue un escritor y dramaturgo japonés, considerado uno de los más grandes escritores de la historia del Japón. Mishima escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos, y, al menos, 20 libros de ensayos, así como un libreto. Y si bien es cierto que una gran porción de su obra se compone de libros escritos rápidamente solo por los beneficios monetarios, incluso no teniendo en cuenta estos, seguimos ante una obra de grandes proporciones.
Su muerte, ocurrida en extrañas condiciones (como veremos), ha estado rodeada siempre de mucha especulación y misterio. Para conocer lo ocurrido debemos remontarnos hasta 1970.
A Primera hora del 25 de noviembre de 1970, el escritor japonés Yukio Mishima depositaba en la mesa de su editor las últimas páginas de “El Mar de la Felicidad”, su obra maestra. Tras entregar el texto se reunió con otros cuatro miembros de la Tatenokai, una organización que el mismo había fundado y cuyo fin era defender los valores tradicionales y el regreso del gobierno imperial. Una vez juntos, los cinco se encaminaron con paso firme a hacia el cuartel general de la Fuerzas de Autodefensa de Japón. Una vez allí Mishima se dirigió a los soldados desde uno de los balcones, arengándoles para que se levantaran en armas, derrocaran al gobierno y defendieran el honor y la figura del emperador.
Patidifusos ante el numerito, los soldados no hicieron ni caso al escritor, quien vio su dignidad derrumbarse hasta el piso. Así que entró en la oficina del comandante para cometer un seppuku, algo así como abrirse el estómago con una espada y sacarse las tripas para que finalmente, un alma caritativa acabara con el sufrimiento decapitándole. Sin embargo, tampoco el tema del seppuku le salió bien al pobre Mishima, ya que Masatukatsu Morita, su supuesto amante, trató de córtale la cabeza en tres ocasiones sin éxito, acto que finalmente tuvo que ser rematado por Koga, quien aprovechó la racha y descabezó también al propio Morita. Me ahorraré el resto de los detalles escatológicos del episodio, el cual culminó con el despacho del comandante enfangado de sangre como para toda una temporada entera de Game of Throne o The Walking Dead, dos suicidas y tres encarcelados.
Pensar que Yukio Mishima ha sido propuesto hasta tres veces para el premio Nobel de Literatura y, sin embargo, lo que más se recuerda de él hoy en día es, quizás, su espectacular inmolación. Asimismo, la misma mañana de su muerte, el autor japonés acababa de concluir el libro final de su tetralogía “El Mar de la Fertilidad” que constituye, casualmente, una especie de testamento ideológico, donde Yukio se rebela contra una sociedad sumida en la decadencia espiritual y moral.