El verano y el buen tiempo por lo general y a la mayor parte de la población nos da por comer menos y hacer deporte. Con los preciosos días que nos dispensa el verano nos entran ganas, ya sea en la playa, en el campo o en los parques de las ciudades, el hacer algo de ejercicio. Las opciones son muchas: voleibol playa, natación, senderismo, running, kayak y otros muchos deportes más.
Aunque suene paradójico, le hacer deporte en verano nos hará que estemos más descansados y relajados. Es lo que se conoce como descanso activo y que produce unos beneficios inmensos a nuestro organismo además de prevenir determinadas afecciones.
De cualquier modo hacer deporte en verano implica unas características ambientales que hay que tener en cuenta para que el hecho deportivo sea algo salutífero y no algo que nos provoque algún que otro contratiempo. El primer consejo – ya sea verano o cualquier otra época de año – es entrenar con regularidad. Hacer deporte no tienen que ser exclusivo de una estación del año determinada, sino de todo el año y con ello lograremos grandes cotas de bienestar
Durante el verano no es adecuado realizar ejercicio físico después de las comidas y mucho menos y estas han sido abundantes ya que puede ser perjudicial para nuestra salud. Tampoco es conveniente realizar ejercicio después de haber tomado el sol durante mucho tiempo. Para los deportes acuáticos si se tiene tendencia a padecer de otitis es conveniente aplicar sobre los pabellones auditivos aceite de almendras dulces o utilizar tapones aislantes.
Si estamos haciendo deporte en la piscina, playas, cauces o deltas de ríos hay que tener muy en cuenta las indicaciones que existen en las mismas. Estas indicaciones lo que pretenden es ante todo la seguridad de los bañistas y no están en vigor con el objeto de impedir el disfrute de las mismas.