Chevalier de Seingalt

Giacomo Casanova, El Primer Seductor (II)

Seguimos hoy con las aventuras de Giacomo Casanova. Nos quedamos la última vez luego de su primer viaje, con su vuelta a Venecia.

Cuadro de Leroux Augustus – Giovanni Giacomo Casanova, Caballero de Seingalt, con Henriette en Reggio.

Una vez de vuelta en su ciudad natal, Giacomo se ofrecerá, gracias a su cultura, para ser médico de un patricio veneciano, cuyo nombre era Matteo Bragadin. Por sus conocimientos, Casanova logró curar al patricio de un reciente infarto. A cambio de su sanación, Bragadin le otorgará una gran suma de dinero a Giacomo, así como también lo introducirá en la magia y la cábala.

Como consecuencia de este nuevo aprendizaje será objeto de persecución de la inquisición; ya que llegara a oídos de algunos de sus miembros la posesión de ciertos libros prohibidos en poder de Casanova. Giacomo se verá entonces obligado a huir de Venecia.

De esta manera, embarcado en esta nueva aventura, Giacomo recorrerá, entre 1749 y 1752, las ciudades italianas de Milán, Cremona, Cesena, Parma, de nuevo Milán y Génova, en ese orden; así como las ciudades francesas de Lyon, París y Dresde. Nuevamente continuaría con sus galanterías. Pero entre todas estas nuevas conquistas hubo una qué destacaría por sobre todas las demás, aquella que el mismo Casanova reconocería como el gran amor de su vida, aquella a la que en su obra decidió llamar Henriette.

Henriette era una mujer con cierto misterio, que caló hondo en nuestro seductor empedernido. Por ella Giacomo llegó a convertirse –por poco tiempo– en un beato, y que fue la única de quien quemó sus cartas. Estuvieron juntos solo nueve meses, sin embargo, a pesar de que se separaron luego de tan corto tiempo (aunque bastante largo para la vida de Giacomo), ella siempre tuvo presente a Casanova y en varias ocasiones mandó que lo cuidaran cuando estaba enfermo.

Retrato grabado por Christian Friedrich Boëtius (1706-1782).

En 1753 vuelve nuevamente a Venecia, y dos años después es arrestado y encarcelado en los Piombo, o prisión de los “Plomos”. Su estadía en dicho recinto carcelario no duraría demasiado: Increíblemente escapa poco tiempo después, acompañado de un monje que conocerá en prisión. Luego de tan magna fuga volverá a exiliarse, esta vez por 18 largos años.

Se embarcaría a París, donde llegaría a codearse con Luis XV y Madame de Pompadour, al igual que con su corte. Incluso se le atribuye durante estadía, la creación de la Lotería Estatal Francesa entre 1756 y 1757, además de realizar diversas misiones secretas y visitar a Voltaire, con quien no llegó a tener una amistad por diferencias de pensamiento político. Sin embargo, no desaparecían sus ajetreos. Casanova realizaría por aquellos años un fraude en un negocio textil, falsificación de letras de cambio, y de nuevo a huir y vagabundear por Europa.

Pocos son los relatos que se conservan de él. Sin embargo, nos encontramos que por estos tiempos, un agente de la inquisición veneciana lo retratara como alguien que:

Por aquel entonces, se inventará un alter ego, con título nobiliario y todo, pasando a llamarse Chevalier de Seingalt.

Pero hasta aquí por ahora… Pronto la siguiente parte

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