Hace casi dos mil años que ocurriera la erupción del Vesubio, del que con tanta potencia dejara la mayor cantidad de muertos en tan poco tiempo. Esto causó que el cerebro de un hombre como víctima de este volcán, se convirtiera en vidrio.
Este volcán causó la muerte de miles de personas, así como dejando muchos asentamientos de los romanos que residían al sur de Italia, hoy en día la ciudad de Nápoles. Además, allí quedaría enterrada la ciudad de Herculano por toda esa materia volcánica expulsada del Vesubio, en la que quedarían sepultados muchos habitantes.
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Erupción del Vesubio dejó restos de tejidos cerebrales similares al vidrio
A lo que se ha llamado tejidos similares al vidrio, tiene un aspecto de piedra brillante y negra. Se trata precisamente de un pequeño fragmento del cerebro de la víctima pero vitrificado; esto tras la erupción del Vesubio. Este hallazgo fue gracias a un equipo de italianos expertos.
Ha sido el New England Journal of Medicine quienes presentaran tal descubrimiento. Una de las ciudades que quedó sepultada tras la erupción del Vesubio fue donde se encontrara este hallazgo, específicamente en lo que fue la ciudad de Herculano, cerca de Pompeya, la que fue una de las ciudades del Imperio Romano; actualmente al sur de Nápoles.
Es importante comprender que esta erupción liberó una energía térmica. Esta energía equivale a cien mil veces más a lo que son las bombas atómicas que fueron lanzadas a Hiroshima y Nagasaki. Esto nos da una idea de la rudeza de este volcán.
Sin dejar de lado que, al hacer erupción, fue lanzando rocas fundidas, así como cenizas con grandes temperaturas y piedras pómez sobre las ciudades cercanas, especialmente Herculano y Pompeya.
El guardián del lugar
Las investigaciones realizadas indican que, al parecer, este hombre a quién se le encontrara un pedazo de roca que sería un fragmento de su cerebro vitrificado, le pertenecía a lo que fue un guardián que se dedicaba al culto del emperador Augusto especialmente.
Estos restos fueron encontrados en el año 1960, los cuales se encontraban enterrados justo dentro de cenizas volcánicas amontonadas. Fue una gran tarea de los investigadores llegar a entender que se trataba de restos del cráneo explotado, así como dispersos entre lo que sería el resto de la cavidad craneal del cadáver.
Ha sido hasta los avances tecnológicos que se llegase a esta conclusión. Precisamente en un centro de biotecnología avanzada de Nápoles en la que se ha confirmado que estos fragmentos de material negro y vidrioso, se tratase de partes cerebrales. Así como la presencia de proteínas, entre algunos otros ácidos grasos pertenecientes al cabello. Todo esto hallado por Petrone.
La vitrificación de un cerebro
Según los estudios de los expertos, la vitrificación se trata de un proceso exclusivo por el que pasa el material en altas temperaturas pero se enfría de una manera extremadamente rápida. Esto genera a que determinada materia se convierta en algún tipo de esmalte o vidrio, tal como ocurrió en este caso.
Esto quiere decir que el cuerpo pasó de estar de una temperatura extrema, a otro extremo abruptamente. De esta manera estos tejidos cerebrales se vaporizaron en el cuerpo yacente de la víctima hasta que terminó por quemarlo completamente.
Fue así como después de haber pasado por un calor extremo, en el que su cráneo explotara por la alta temperatura, sería cubierto y vitrificado con este proceso, de alguna forma, natural, aunque químicamente explicado. Aunque entendemos lo terrible del destino que tuvo que enfrentar Herculano.
Esta localidad se encuentra a 20 kilómetros aproximadamente de Pompeya, el cuál resonó más especialmente por esta erupción. Esto fue así porque su ubicación se haya mucho más cercana a la base del Vesubio.
El calor extremo tras la erupción del Vesubio
Según los estudios realizados, la temperatura alcanzada fue de 520 °C. Los restos de la víctima se encontraron acostados en una cama de madera, todo esto quedó enterrado tras grandes capas de cenizas. Fue tal el calor, que aunque lograra quemar toda la grasa corporal, los tejidos blandos los vaporizó.
Sin embargo, no se encontraron más elementos víreos en el lugar. Aunque haya sido, Herculano y Pompeya, tapizados tras la erupción del Vesubio, tragedia en la que gran parte de estas ciudades se perdiera, pero otras tantas se conservara. Actualmente se siguen realizando investigaciones en estas ciudades, especialmente por arqueólogo, desde hace muchos años, y aún hoy siguen los descubrimientos.