Un viejo fantasma, conocido por compartir archivos raros a través de la red (y los hackers que buscan software muy caro sin pagar), puede estar ensayando una gira por Internet con estilo: según las conclusiones del Global Internet Phenomena Report (GIPR), el torrente está recuperando su presencia en el tráfico de Internet, mientras que el volumen de ancho de banda consumido en los servicios de streaming ha ido disminuyendo.
Según el estudio, la saturación de los servicios de streaming y video bajo demanda, así como los precios crecientes y descentralizados de cada uno de ellos, han contribuido a que el público se sienta cansado de suscribirse a cuotas mensuales para seguir sus medios de entretenimiento favoritos. Pero como ningún episodio de ninguna serie pasará desapercibido, el público está recurriendo al viejo torrente en busca de contenido diverso.
Los números aún no han sido finalizados y, a todos los efectos, el estudio (que sólo se publicará en su totalidad durante el seminario web de GIPR en octubre de este año) sólo aporta elementos comparativos: afirma que en 2011, el 52,1% del tráfico de ancho de banda descargable procedía de la compartición a través de torrent. En los próximos cuatro años, este número ha ido migrando a servicios de streaming, video on demand y, más recientemente, a ofertas en plataformas de inteligencia artificial y juegos online (aquí, el torrente ha perdido la mitad de su grandeza, lo que representa «sólo» el 26,83%).
Al menos fuera del eje de los EE.UU., esta tendencia parece estar invirtiéndose de nuevo. Con los servicios de streaming que traen material cada vez más único (no se puede ver un episodio de Game of Thrones fuera de los servicios de HBO; o peleas de boxeo y MMA fuera de sus respectivos dueños de radiodifusión, por ejemplo), los usuarios ávidos de entretenimiento se han visto obligados a suscribirse a diferentes servicios por sólo una o dos atracciones. Con el impacto de esto en sus bolsillos, continentes como Europa y Asia han readmitido el torrente.
Además, muchos servicios de streaming han cerrado el contenido por ubicación, afectando su disfrute por parte de usuarios extranjeros. En algunos casos, a excepción de las situaciones en las que un episodio de una serie tiene su debut escalando simultánea y globalmente, la gente descargará un episodio cuando esté disponible.