decíamos ayer

¿Como Decíamos Ayer?

Quizás la frase del título les suene familiar. Se dice que fue dicha por Fray Luis de León luego de un amplio periodo fuera de su cátedra en la Universidad de Salamanca, tras haber sido encarcelado y juzgado por la Inquisición Española. Pero, ¿Por qué la he colocado entre signos de interrogación? O, mejor aún ¿Realmente fue dicha esta frase? Y he aquí la cuestión: Es muy probable que, por diferentes motivos, León no utilizará esa frase, alguno de los cuales trataremos en esta entrada.

Para aquellos que no sepan mucho sobre el Fray Luis de León, este nació en Cuenca hacia el 1527 o 1528 (no está muy clara la fecha) mientras que la muerte le sorprendió en Madrigal de las Altas Torres cuando preparaba una biografía de Santa Teresa de Jesús, cuyos escritos había revisado para la publicación, hacia el 1591.

Fray Luis de León, descrito y dibujado hacia 1599 por Francisco Pacheco.

Fray Luis, fue un poeta, humanista y religioso agustino español de la Escuela salmantina. Es reconocido como uno de los escritores más importantes de la segunda fase del Renacimiento español junto con Francisco de Aldana, Alonso de Ercilla, Fernando de Herrera y San Juan de la Cruz; y forma parte de la literatura ascética de la segunda mitad del siglo XVI. Su poesía está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar a Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra.

Pero dejando la vida personal de Fray León y siguiendo con la historia que nos acomete, resulta que León terminó, por distintos motivos, en la cárcel. Las envidias y rencillas entre órdenes y las denuncias del catedrático de griego, León de Castro, entre otros profesores, le llevaron a las cárceles de la Inquisición bajo la acusación de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina (la traducción Vulgata de San Jerónimo) adoptada por el Concilio de Trento, lo cual era cierto, y de haber traducido partes de la Biblia, en concreto el Cantar de los Cantares, a la lengua vulgar, cosa expresamente prohibida también por el reciente concilio y que sólo se permitía en forma de paráfrasis.

Por lo primero fueron perseguidos y encarcelados también sus amigos los hebraístas Gaspar de Grajal y Martín Martínez de Cantalapiedra. Aunque era inocente de tales acusaciones, su prolija defensa alargó el proceso, que se demoró cinco largos años, tras los cuales fue finalmente absuelto.

Aula de Fray Luis de León en el edificio antiguo de la Universidad de Salamanca.

Según la leyenda (que posiblemente diste bastante de la realidad) al volver a dar cátedra después de esos 5 años de ausencia, comenzó su clase con la frase: “Como decíamos ayer…”. Como si esos cinco años no hubieran pasado.

Como decía al principio, es muy posible que la historia sea falsa, puesto al volver a la Universidad de Salamanca lo hizo impartiendo clases en una cátedra totalmente distinta; antes de ir preso era catedrático de la Biblia (tal es el nombre de la cátedra), mientras que al volver fue nombrado profesor de Filosofía Moral y un año más tarde obtuvo la cátedra de la Sagrada Escritura… Como ven, no estuvo las dos veces en la misma cátedra.

De todas maneras es una bonita historia que nos muestra una buena manera de aparecer de nuevo sin pensar en lo que paso ayer (aunque haya sido un estupendo día)… Las cosas siguen pasando, de una manera u otra.

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