Tal vez en la actualidad ciertas costumbres de la antigüedad nos parezcan increíbles o descabelladas. En la Edad Media colgaban cocodrilos disecados en los techos de las iglesias y serpientes. Eran parte de la decoración de las iglesias de Europa.
Además de las imágenes de santos y apóstoles, pinturas iconográficas con diversas escenas del antiguo testamento. Esculturas y reliquias los templos e iglesias en la Edad Media, tenían otro elemento particular que llama hoy día la atención por lo inusual. Reptiles gigantes como parte de la decoración.
Durante aproximadamente diez siglos, desde el V hasta el XV. En diversos hogares en Europa, así como en iglesias y centros de cultos religiosos. Los reptiles y cocodrilos eran dispuestos en lo alto de los techos atados con cadenas. Siendo una práctica habitual durante este lapso histórico.
Ellos vinculaban a la serpiente y a los saurios por el hecho de ser rastreros, simbolizando el mal al considerar que habían inducido al hombre al pecado. Razón suficiente para que esos animales muertos y disecados fuesen pendidos en los techos en la parte alta para ahuyentar al mal.
La práctica de se fue extendiendo a lo largo de todo el continente, adquiriendo mayor popularidad a mediados de los siglos XIII y XIV. Posteriormente hubo incluso algunos recintos que mantenían a estos animales disecados dentro de vitrinas envueltos con cadenas.
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¿Por qué colgaban lagartos en los templos y de donde provenían?
En diferentes regiones de España, Francia e Italia, se colocaron cocodrilos colgados en la nave principal de las iglesias. En algunas oportunidades expuestos a un costado del altar principal, bien sea dentro de vitrinas o empotrados en las paredes en un nicho preparado para su exhibición.
Siendo una imagen común para los creyentes, que los aceptaban como el castigo del mal y para prevenir las fuerzas de la tentación de la carne. Relacionándose con el pensamiento cristiano de la época.
Tanto los cocodrilos, las serpientes como animales reales y otros mitológicos, encarnan la lucha del bien y el mal, y al encontrarse la representación de estos encadenados es símbolo del triunfo de la bondad sobre lo malévolo. Considerándose a los reptiles como la encarnación de Satanás.
En muchas regiones de Europa los cocodrilos eran considerados animales exóticos, al cual solo se tenía acceso cruzando el Mediterráneo y llegar a África o a Asia. Todo se basaba en la leyenda de los saurios gigantes que asediaban a lo largo del río Nilo. Los cuales eran respetados por su fuerza y furia en las lejanas culturas, sumando a ello su aspecto amenazador e implacable. Por lo que los primeros animales provenían de Egipto.
La leyenda de San Jorge
En el siglo IX, cobró fama en Europa una clara leyenda que promulga la lucha de la Iglesia Católica contra los paganos. La resistencia pagana, la herejía y el mal se vieron debilitados por la leyenda de San Jorge y el dragón. Es el claro símbolo la fortaleza en las creencias religiosas.
Siendo este uno de los argumentos que pudo haber impulsado la creciente costumbre de ubicar los lagartos disecados pendiendo en los techos. Es como una analogía que hace referencia al triunfo del bien y la derrota del mal representado al demonio en el interior de las iglesias medievales.
Una versión diferente
En esta versión se indica que durante la edad media, los europeos creían que los cocodrilos eran poco capaces de producir sonidos. El silencio permanente, en conjunto a su habilidad para moverse sigilosamente, pudo haber inspirado su figura como guía del comportamiento dentro de la casa religiosa. Este punto de vista se respeta, pero no es tan difundido como el anterior.
La mayoría de los ejemplares que hasta estos días se conservan en las iglesias, fueron llevados a España, Francia e Italia desde Egipto generalmente. Luego en un momento tardío y aún con esta peculiar costumbre, durante el siglo XVI se importaron también caimanes desde nuevas tierras, América.
Como exvoto de las expediciones al “Nuevo Mundo” en donde habían lidiado con estos magníficos animales, llevándolos de vuelta como símbolo de gratitud tras salir con bien, luego de haber librado algún encuentro con ellos.
Lugares en donde se localizan en la actualidad
Es bueno tener una referencia directa que nos brinda la posibilidad de tener una vivencia de la historia de una manera directa. En Mantua Italia, se encuentra en la Iglesia de Santa María de Gracia, en la cual aún se conserva a un cocodrilo disecado.
En España, en la Catedral de Sevilla y la Parroquia de San Ginés en la ciudad de Madrid. En lo alto de los techos de la bóveda se encuentran ubicados los cocodrilos. En templos de Castilla y León, Cataluña y en otras provincias españolas se encuentran otros ejemplares. Los cuales evidencian como símbolos silentes de las costumbres religiosas durante la Edad Media.